¿Cómo se aplica el tercio de mejora en una herencia?

cómo aplicar el tercio de mejora en la herencia

El tercio de mejora es una de las partes de la herencia legítima de los hijos y descendientes. Como sabes, nuestro ordenamiento jurídico reserva una parte del haber hereditario a determinados parientes.

En caso de que el causante tenga hijos, esta parte ascenderá a dos tercios del caudal hereditario:

  • Un tercio será de legítima corta o forzosa. Esta parte debe repartirse por igual entre todos los hijos del fallecido.
  • Otro tercio será de legítima larga o mejora. Esta parte puede distribuirse como se desee, pero solo entre los hijos.

Analicemos esta cuestión.

¿Qué es el tercio de mejora?

El artículo 808 del Código Civil regula el tercio de mejora, tras hablar de los herederos forzosos. Determina que dos tercios de la herencia van destinados a los hijos o descendientes del causante, pero que los padres pueden disponer de una de estas dos partes.

Es decir, aunque dos tercios de la herencia deben ir destinados necesariamente a los hijos, quedando por ello fuera del poder de disposición del testador, cada uno de ellos se distribuye de un modo diferente.

El tercio que hemos denominado como legítima corta o forzosa se repartirá, obligatoriamente, por partes iguales.

Sin embargo, el tercio de mejora puede repartirse por partes iguales o de cualquier otro modo, elegido por el causante.

Por ejemplo, si un padre fallece teniendo 2 hijos y un patrimonio de 300.000 €, el reparto será del siguiente modo:

  • En primer lugar se extrae el tercio de legítima estricta. Un tercio de 300.000 € son 100.000 €, que deberán repartirse a partes iguales entre los hijos. De modo que cada cual recibirá 50.000 € en concepto de legítima estricta.
  • En segundo lugar se extrae el tercio de mejora, que son otros 100.000 €. Estos 100.000 € deben ir destinados a los hijos, pero pueden distribuirse del modo que se desee. Así, el padre podría atribuir otros 50.000 € a cada uno.
    Así, cada hijo recibiría un total de 100.000 € en concepto de herencia forzosa.
    Pero también podría (por ejemplo, para premiar la buena conducta de uno de sus hijos durante la última etapa de su vida o castigar la mala conducta del otro) atribuir los 100.000 € a uno de los hijos.
    De este modo, uno de los hijos recibirá 150.000 € y el otro tan solo 50.000 € en concepto de herencia forzosa.
  • Respecto al tercer tercio de la herencia (otros 100.000 €), el causante podrá distribuirlo como desee. Es decir, puede entregarla también a los hijos o puede destinarla a terceras personas o instituciones.

¿Se puede elegir a quién otorgar el tercio de mejora?

Como hemos visto, la característica del tercio de mejora es precisamente que se puede elegir a qué hijos y descendientes se otorga.

Por supuesto, esto supone una limitación, ya que en la medida en que concurran hijos o descendientes a la herencia, el tercio de mejora (que de otro modo no existiría) no podrá destinarse a nadie que no sean ellos.

Para poder distribuir el tercio de mejora del modo que se desee entre los hijos y descendientes debe determinarse la forma de distribución en el testamento. Es decir, las últimas voluntades son el único documento apto para elegir a quién se otorga la legítima larga.

En caso de no hacerlo, la legítima larga se repartirá a partes iguales entre hijos y descendientes.

Por último, en caso de impugnarse el testamento o producirse una sucesión intestada el tercio de mejora no entrará en juego, ya que los hijos y descendientes serán llamados a suceder a título universal.

¿Cómo se calcula el tercio de mejora?

Como se ha visto, lo único que hay que hacer para determinar la cuantía de esta cuota es calcular el total del haber hereditario y dividirlo entre tres.

Los únicos problemas de cálculo que pueden aparecer se dan cuando en el patrimonio del causante había bienes diferentes del dinero. Los vehículos y las propiedades inmobiliarias pueden tasarse sin excesiva complicación, ya que existen criterios como el valor de mercado o el catastral donde apoyar los cálculos.

Pero puede ser más complejo calcular el precio de elementos como obras de arte o similares.

En cualquier caso, la tasación se producirá antes de proceder al reparto. Además, los herederos forzosos podrán comprar las cuotas hereditarias de sus coherederos.

En el caso de terminar atrapados por un condominio, los herederos deben saber que el artículo 400 del Código Civil les permite romper el proindiviso. Sin embargo la división de la cosa común se produce, a falta de acuerdo, mediante subasta, lo cual puede devaluar el patrimonio recibido al final de la operación.

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